TRAVESÍA DEL ALTO ATLAS, A PIE Y EN SOLITARIO, DE MEGDAZ A AMEZRI
Nelo | August 6, 2015Alto Atlas, Marruecos.
En Aït Hamza, a orillas del río Tessaout, asisto a un acontecimiento histórico, una familia a la que le he preguntado la dirección a seguir está en torno a su contador de la luz recién instalado. Todos sus miembros se agrupan en torno a él, un par de hombres le dan los últimos retoques, parece un portal de Belén pero en vez del niño está el contador. Me invitan a un té, están muy contentos, va a ser la primera vez en la historia que van a tener acceso a la electricidad en el pueblo.
No brindamos, porque aquí no se brinda, pero el ambiente es de pura celebración.
La travesía a pie del Gran Atlas desde el Tessaout hasta Aït Bougumez pasando por Ait Boulil, no entraña mayor dificultad que las propias de varios días de caminar por las montañas entre alturas de 1700 y 2900 metros.
En verano se puede hacer casi sin equipaje, una bolsa de plástico del “mercachonda” con algunas provisiones, una muda, y una botella de agua de litro y medio, que se irá rellenando en las fuentes es todo el equipo necesario. Hay “gite de etape” en casi todos los pueblos y aldeas que distan entre sí una jornada de marcha. En el Tessaout y Aít Boulil no pasan de unos 12-13 euros al día la media pensión. En Ait Bougumez son más caras. En los sitios donde no hay gite, podremos dormir en casas particulares. Si quieres saber más sobre cómo recorrer estas montañas pincha aquí.
No hay señalización apenas pero se puede ir preguntando, y si nos perdemos tampoco pasa nada. Las dificultades no aparecerán si lo hacemos en la época indicada y no nos metemos en complicaciones, esto es sin practicar escalada, barranquismo a partir de nivel 2, o espeleología. Si pensamos realizar alguna de estas actividades, tenemos que saber que sólo podemos contar con un propio autorescate, nadie vendrá a ayudarnos excepto la población de la zona, que hará todo lo que está en su mano con sus limitados medios. No importa el tipo de seguro que tengamos, no servirá. Los tristísimos acontecimientos de este año muy cerca de esta ruta, así lo demuestra.
De todas formas la escasa dificultad técnica de las más altas cumbres del Atlas hace que no sean muy atractivas para los alpinistas más exigentes, siendo una cordillera ideal para el trekking y los caminantes. Y no te faltaran aventuras, eso seguro.
Sigo caminando Río Tassaout arriba en dirección a Ichbaken. A veces debo cruzar el río, el agua está helada, el paisaje es un sueño para al que le gusta caminar por la montaña. Me aborda un chaval con la camiseta del Barça mientras vuelvo a calzarme después de atravesar la corriente:
-Dinero.-Me espeta, sin saludarme siquiera.
-¿Dinero? ¿Por qué?- Me asombra, es la primera vez que me pasa esto en mi recorrido.
Se encoge de hombros. No se le ocurre nada.
-¿Por nada?-Le digo
-Sí.
Sus amigos están cerca, los veo cocinando una gamila.
-Mira, tus amigos hacen comida y ni siquiera me has dicho, ven, siéntate y come.
-Ven a comer.
-No, ahora no.
En Ichbaken, aldea alucinante enclavada en un desfiladero, pregunto si hay tienda y me llevan hasta ella.
Foto de Patrick Flament
Compro lo único que hay, tabaco, sardinas, y acabo sentado tomando té con galletas en una casa cercana, propiedad del de la tienda. Me sientan muy bien, no he comido nada desde que partí de Megdaz. Son agradables hasta límites insospechados, quieren que me quede a dormir, un extranjero que balbucea tachelhit es una especie de tesoro, pueden enterarse de un montón de cosas en su lengua, y además constituye un espectáculo en si mismo, más cuanto peor lo hable.
Agradezco pero no acepto quedarme a dormir, todavía es pronto y quiero llegar a Amezrí; no me dejan irme sin la promesa de volver en un futuro.
El valle del Tessaout en esta época veraniega es muy activo, hay que cosechar la cebada y plantar una segunda de trigo, a la vera del río muchos troncos cortados esperan apilados, el trasiego de jinetes y gente a pie es continuo y considerable. Pienso que sus actividades no deben diferir a las practicadas en nuestras montañas por los moriscos 400 años atrás. Por supuesto no he visto ningún vehículo motorizado en toda la jornada.
Estas montañas están muy vivas porque la existencia de las gentes que las habitan depende casi totalmente de ellas, en un grado mucho mayor que en otro continente como Europa, donde las personas les dieron la espalda en pos de una vida urbanita incluso en los pueblos, dejándolas para un uso recreativo o deportivo. Aquí no, aquí si la montaña quiere, se pasa un buen año, sino, se aprieta los dientes y se mira al cielo.
En Ichbaken, el valle del Río Tassaout se cierra, volviéndose mucho más seco y con menos árboles y no volverá abrirse hasta poco antes de llegar a Amezrí.
Pero incluso atravesando las zonas más áridas el río está siempre presente, en sus orillas las mujeres cantan como los ángeles mientras siegan la cebada agachadas en las terrazas próximas al curso de agua, son canciones melodiosas, potentes y de estribillo pegadizo. Al caminante le parece un sueño poder marchar mientras escucha sus voces.
Se dice que son canciones muy parecidas a las antiguas coplas de la Serranía de Ronda, en Málaga. Hay quien dice que no acaban aquí las semejanzas y que hay ciertos platos cocinados exactamente igual, incluso hay quien va más lejos y suponen ciertas semejanzas en los rasgos físicos de los habitantes de ambas zonas. La teoría que quiere explicar esto es la que dice que en época almorávide fueron reclutados en la Serranía de Ronda muchos soldados para las campañas almorávides que llegaban hasta el Senegal. Estando cerca del Alto Atlas desertaron juntos buscando refugio y tranquilidad en valles altos y de muy difícil accesibilidad. Esto lo hicieron las tribus de los Tessaout, Boulli y Bougumez, dando nombre a los lugares que ahora todavía habitan.
Noto que voy entrando en una zona más tocada por el turismo por el tipo de preguntas de la gente con la que hablo. Y porque otro niño me pide dinero. Me canso de que me pregunten por mi mujer, esto es algo que no me ocurre en amplísimas regiones de Marruecos, ni te preguntan eso, ni tú preguntas por la de nadie. No es lo correcto, y lo saben. Al final a uno le digo que si yo he preguntado por la suya, además rechazo su invitación a té, no quiero ser maleducado pero él lo fue primero.
Atardece cuando llego a la Gite de Amezrí, que más que una gite es la casa particular del amgar, el alcalde. Estoy cansado de tanto caminar, pero mantienen tertulia con la televisión a todo volumen hasta bien entrada la noche y a las siete en punto de la mañana vuelta a empezar. La habitación está sucia y el desayuno es caro.
Mañana dejaré atrás el Tessaout camino de Ait Boulil por el paso de Tizi n Rouwgoult a casi 3000m. de altura, allí estaré a salvo de todas estas cosas.
Sólo el sol, las piedras, y mi respiración entrecortada, si el viento me deja oírla.
No me canso de leer tus relatos, a veces en mas de una ocasión. Este en concreto me entusiasma. A pesar de haberlo hecho en repatidas ocasiones en los últimos años en moto, veo que me pierdo muchas cosas por la rapìdez de mi marcha.
Gracias Juan, bueno depende también ves más lugares!!