EL LEJANO ORIENTE RUSO EN FAMILIA. JABAROVSK
Nelo | February 13, 2018A la estación de trenes de Khabarovsk llegamos un lluvioso amanecer de agosto.
Venimos siguiendo la ruta del transiberiano menos transitada de todas, la que corresponde a las siglas de BAM, que atraviesa la Siberia más desconocida hasta adentrarse en el Lejano Oriente Ruso.
Estación de trenes de Khabarovsk.
Ideal para los que buscan una alternativa para los caminos más trillados y la ruta más típica del transiberiano. Ni un solo occidental en todo el camino pese a ser agosto. Nuestra anterior parada fue la ya muy lejana Severobaikalsk, pequeña ciudad justo al norte del Lago Baikal, aunque hicimos un transbordo que duró varias horas en Tynda. En total más de 3 días de viaje ininterrumpido en el transiberiano.
En verde la ruta transiberiano BAM.
Llegamos lo suficientemente cansados como para dejarnos engañar un poco por el taxista que elegimos para llevarnos al hotel. No mucho, sólo lo necesario tras preguntar a un par de sus colegas y negociar con él sin calentarme demasiado la cabeza. Yo no tomo nunca taxis, pero viajo con mi hija y mi padre, y estamos cansados, pese a pasar las noches medio bien tumbados en nuestra litera y el resto de los días sin hacer nada viendo pasar el paisaje desde la ventanilla.
Si te gusta viajar en tren, el transiberiano primero se sueña, y después se hace. No hay que desesperar si aún no se puede. Yo he tardado 46 años en conseguirlo, mi padre 82 y la niña sólo 12.
De hecho cuando llegamos al hotel y nos dicen que no tendremos la habitación hasta después del mediodía y vamos a dar una vuelta por el centro para tomar algo y hacer tiempo, a mi padre se le ve fatigado. Es normal, le falta sólo un día más de tren para finalizar en transiberiano en Vladivostok. Aguantará como un campeón, igual que la niña. Ambos se quejaron bastante menos que yo de todas las pegas, imprevistos y problemas que fueron surgiendo a lo largo del viaje.
¿Viajes del Inserso a Benidorm?
¿Excursión con el colegio a la fábrica de Cocacola?
No, mejor el transiberiano
La cosa surgió así, de seguido:
-Papá, la nena y yo nos vamos a hacer el transiberiano, ¿te vienes?
-Bueno, vale.
Y ya está.
Jabárovsk o Khabarovsk, es una ciudad casi desconocida para los occidentales pese a ser la capital del distrito del Lejano Oriente ruso, el cual cuenta con una densidad de población de 1 habitante por km2 y un tamaño como Australia, cifra realmente atractiva para los amantes de lo inhóspito, salvaje y despoblado.
Escudo de la ciudad. Del Tigre del Amur se calcula que quedan unos 500 en libertad.
Su territorio de extiende desde Vladivostok hasta el estrecho de Bering, y linda con vecinos bien curiosos y de todos ellos recibe influencias, China, Corea y Japón por un lado, la Isla de Sajalín, la soñada y riskeña Kamchatka, y también el Oblast Autónomo Hebreo, creado en época leninista a modo de un Israel soviético.
Con los años los judíos fueron marchándose al Israel de verdad, quedando una población envejecida de poco más de 2300 judíos, en el 2002. Quince años más tarde me encuentro con uno de ellos por casualidad una noche comprando pizzas y empanadas en un kiosko cualquiera de una calle de Jabarovsk. Me traduce y ayuda en la compra de la cena y poco más. Me arrepiento mucho de no haber hablado más con él
El desconocido Lejano Oriente Ruso.
Jabarovsk, situada a unos 30 kilómetros de China en plena ruta del transiberiano, cuenta con más medio millón de habitantes, siendo eclipsada sin merecerlo por la famosa Vladivostok, a unos 800 kilómetros de distancia.
La que dicen es una ciudad de la Europa oriental enclavada en los confines de Asia es amable y florida, al menos en pleno verano, me recuerda a una dama rusa de mediana edad, elegante, desarrollada, lujosa al menos en su centro y en cierta manera enigmática, el viajero solo tiene la sensación de haber llegado a un lugar remoto sólo si se fija en los detalles, sobre todo en sus viejas casas de ladrillos y madera.
De dos tipos, unas herrumbrosas, ocupadas por los más humildes, otras verdaderas mansiones señoriales, todas dejan entrever un pasado fascinante. La sofisticación de lo urbano en una última frontera bañada por los ríos Amur y Ussuri de esta ciudad fundada a mediados del S.XIX
Pasaremos en Khavaróvsk tres noches, aprovechando su dulce verano dando largos paseos, sorprendidos de su buen aspecto y su aparente buen nivel de vida, de hecho, durante varios años ha sido declarada la ciudad más desarrollada de la Federación Rusa, y la mejor para las inversiones internacionales.
Pero, la verdad, nada de esto me atraía de ella, lo que realmente me fascinaba, y lo único que sabía de Jabarovsk, es que en ella vivió Vladímir Arséniev, el autor del famoso y genial libro Dersu Uzala; una de las, para mí, obras cumbre de la literatura de viajes, aunque transciende este género entrando de lleno en una oda a la naturaleza salvaje y al papel del hombre lejos de la civilización, mostrando otra manera, propia y fascinante, del entendimiento de la existencia. El libro narra las aventuras y desventuras de los años y los viajes que pasaron juntos el autor y el cazador Dersu Uzala recorriendo el Lejano Oriente Ruso, en especial los territorios del Río Ussuri.
La ciudad fue su base de operaciones y fue aquí donde se trajo a vivir al cazador cuando la visión le impidió seguir cazando. No aguantó mucho en la ciudad, no podía cortar leña del parque, ni disparar su escopeta en sus calles y volvió a la naturaleza, a su casa al fin y al cabo, donde al final lo mataron unos bandidos cuando seguía unas vías de tren adentrándose de nuevo en lo salvaje. Con el paso de los años se hizo una película del mismo nombre del libro, una producción japonesa si no recuerdo mal, y que ganó un oscar a mejor película de habla no inglesa.
Dersu, una especie de Judas el Miserable, pero en bueno.
Desde entonces la ciudad ha crecido mucho convirtiéndose en una urbe moderna e industrial, con un centro señorial amplio y totalmente arbolado en calles que suben y bajan colinas al más puro estilo de San Francisco. La ciudad cuenta hasta con su propia playa, situada en una cornisa que da al Río Amur, y precedida de un gran parque y kilómetros de jardines rodeados de una feria y un montón de museos.
El Río Amur es cruzado por el Khabarovsk Bridge. Con él se consiguió en 1916 unir por vía férrea toda la ruta de transiberiano, sin tener que subir los vagones en barcazas como se hacía hasta entonces. Sus piezas fundidas en Varsovia, dieron la vuelta al continente asiático trasportadas por mar de Odessa a Vladivostok, y después enviadas por tren a Khabarovsk, aunque el buque que transportaba las dos últimas fue torpedeado por los alemanes en la primera guerra mundial retrasando así su inauguración. Más tarde consiguieron abrirlo pero un par de bombas de la Revolución Rusa volvió a dejarlo inoperativo.
Fueron malos tiempos para un puente.
En 1990 se inician las obras de un nuevo puente al lado del anterior, y en el 99 el viejo es desmantelado. Hoy en día lo cruzamos si vamos en el transiberiano, aunque también es posible visitarlo desde el río, en unos barcos que dan vueltas sólo en verano a precios económicos.
En invierno el Amur permanece congelado.
Curiosamente el primer tramo del transiberiano que se acabó fue Vladivostok-Jabárovsk, y no fue hasta años más tarde cuando se construyó Moscú-Jabárovsk
No deberíamos por desconocimiento despreciar el Río Amur, con 4444 km es el décimo más largo del mundo, codeándose con ríos como el Nilo, el Missisipi, el Mekong o el Congo.
Mapa de Kmusser, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6077796
En sus aguas todavía viven peces de hasta 350 kilogramos de peso, el pez kaluga de la familia de los esturiones. Vienen desde 3000 kilómetros adentro del Océano Pacífico y remontan las aguas del Amur para desovar y morir.
Playa fluvial de Jabarovsk.
A falta de encontrar otro calificativo mejor, puedo decir como mediterráneo que soy, que las playas del interior de AsiaI son, como era de esperar, un pelín raras.
Imagino que el verano y las flores ayudan a una esperanzadora visión de la ciudad, habría que verla en invierno, con el Río Amur congelado, pues aunque de una anchura de 2 kilómetros a su paso por la ciudad lo hace completamente e incluso los camiones pasan por encima de él.
Hacia él miran las dos catedrales más importantes de Jabarovsk, las dos completamente destruidas en años comunistas y vueltas a edificar tras la Perestroika. No es extraño encontrar símbolos comunistas del antiguo régimen restaurados compartiendo plaza con las catedrales.
Ciudad de restaurantes caros, de chicos deportistas, de gentes risueñas, ni un mal gesto en 3 días, y ninguno en todo el viaje transiberiano, desde luego hay que viajar para darse cuenta de que hasta qué punto nos tragamos los esteriotipo sin pestañear.
-¿Qué tópico desea hoy el señor para cenar?
-Sí por favor, póngame una de rusos antipáticos con patatas, que me la voy a comer entera.
-Perdone, pero sabrá usted que se está equivocando.
-Me da igual camarero, soy lo suficientemente capullo como para que no me importe.