BOLAMA, GUINEA BISSAU. EL MISTERIO DE LA ESTATUA DE ULYSSES S. GRANT
Nelo | May 1, 2019De viaje por el sur de Guinea Bissau paseo con la de los ojos marrones por la plaza principal de Bolama, vamos extasiados, o al menos yo así me siento, considero Bolama un hit dentro de lo que he viajado, un no va más, uno de esos lugares muy especiales porque me parece de una grandeza increíble en su contexto, hoy roído por las cabras, con un sabor especial en medio de una impresionante isla perdida del África Occidental, y con una historia que no puede ser más interesante.
Bolama es una isla del archipiélago de las Bigajós en Guinea Bissau, antigua capital de la colonia portuguesa hasta 1947, y es única por una serie de peculiaridades que puedes leer pinchando aquí.
Este artículo va a hablar de una pequeña parte de esa historia. De la historia de una estatua. Se podría llegar a pensar que es un tema sin interés o aburrido si no se tratara de esta estatua, dejad que os explique.
Me acerco hasta ella, hace poco que hemos desembarcado, Ulysses S. Grant, el presidente número dieciocho norteamericano desde 1869 a 1877, permanece impertérrito en una enorme plaza vacía bajo un cielo cuajado de murciélagos gigantes.
No es lo más importante, pero empecemos diciendo que no fue un presidente cualquiera, fue un tipo curioso, ascendió gracias a la guerra de Secesión, se arruinó antes y después de ser presidente, era según dicen un borracho y un fumador empedernido, actividades que lo llevaron a la tumba prematuramente, cosa que al final le hizo ganar una fortuna a su viuda por los derechos de publicación de sus memorias póstumas.
Algo importante fuera de la canción es el amor por su mujer, ante la preocupación de que su muerte por cáncer la dejara destrozada, pasó sus días de agonía escribiendo su autobiografía de dos volúmenes con un dolor terrible e insoportable.
Murió poco tiempo después de que terminó.
Pero lo que nos importa en este caso es: ¿qué carajo hace aquí, en medio de una diminuta isla tropical en la inmensidad de África Occidental?
Al fondo la estatua ¿Incongruencia? No tanto cuando conozcamos la historia.
Todo esto me hace recordar otra estatua que vi de un presidente norteaméricano en otro lugar extraño, la estatua de Bill Clinton en Kosovo.
Si quieres leer más acerca de esto puedes pinchar en el artículo de este mismo blog “Un punk en Pristina. Kosovo”.
Bill Clinton en Kosovo, y ya está bien de chistes fáciles cada vez que se nombra a este tipo, por favor.
La leche condensada endulza los labios de la de los ojos marrones como cada mañana para desayunar en nuestro puesto del mercado central.
Mientras lo hacemos yo pienso en la historia que nos cuenta la razón de su presencia en medio de esta enorme plaza que lleva su nombre en esta monumental ciudad congelada en el tiempo que va pudriéndose poco a poco, y es sencillo de entender.
Hace muchos años los ingleses y los portugueses querían quedarse con esta isla y se pidió a Ulysses Grant que ejerciera de árbitro.
Y así lo hizo dando los derechos sobre la isla a Portugal que decidió establecer aquí la capital de la colonia de Guinea Bissau, y en agradecimiento los portugueses pusieron una estatua suya en el centro de todo.
La estatua del presidente Grant en Bolama el día de su inauguración.
Foto sacada del artículo Vestigios da história e da cultura portuguesa na Ilha de Bolama, del blog somosportugues.com
Las razones por las que eligió Portugal no las encuentro aunque es posible que en sus memorias aparezcan, no lo sé. Lo que sí sé es que Ulysses Grant viajó por Portugal y que esto pudo influenciar en su decisión.
El caso es que hasta aquí la historia no deja de ser más que curiosa, no llegando a extraordinaria, y pudiera pensarse que la estatua llegó así hasta nuestros días, pero nada más lejos de la realidad.
A Ulysses Grant le siguieron pasando cosas –bueno, a su estatua-, hasta nuestros días presentes.
Ocurrió que tras la independencia de Guinea Bissau todas las estatuas de la época colonial portuguesa son quitadas de su sitio y almacenadas en un almacén de Cacheu.
Foto tomada hace más de 25 años del blog o-jacaranda.blogspot.com
Pero Ulysses consigue librarse de ser desterrado al cementerio de las estatuas olvidadas.
Y sigue presidiendo Bolama hasta finales de agosto del 2007 cuando desaparece misteriosamente.
¿La razón? La estatua es de bronce y el bronce vale dinero. Se supone que es vendida a peso, y que Ulysses fue derretido. Su desaparición provoca un escándalo y hace dimitir a varios peces gordos.
Sólo se encuentran, tras la detención del chatarrero de la isla y del gobernador, unos cuantos trozos, el resto, incluida la cabeza, jamás aparacerán.
Cachitos recuperados de la estatua original de Ulysses S. Grant en Bolama. Fuente de la foto aquí.
De todo esto me entero porque viendo las fotos de la estatua veo que no es igual a la de ahora.
Foto tomada del blog Bolama minha terra.
Arriba la estatua original. Abajo la estatua actual.
Después tirando del hilo encuentro hasta fotos del pedestal vacío y varios testimonios de apenados isleños que vieron como desaparecía el principal símbolo de su ciudad, recuerdo de su niñez o nostalgias varias de sus vidas pasadas aquí.
La estatua original jamás apareció y hace poco se encargó la construcción de la nueva estatua a un escultor local.
La nueva estatua es puesta en el lugar de la vieja y así la encontramos nosotros.
Yo nunca fui de estatuas, pero me alegra todo lo que tenga que ver con la reconstrucción o mantenimiento de la espectacular y bella Bolama.
Pero dejad que haga un inciso, igual es sólo una apreciación mía pero ¿acaso en la nueva estatua Ulysses Grant no parece negro?
¿Entonces? ¿Es posible que la estatua haya sufrido una indigenización de su aspecto a manos del escultor bisauguineano?
Si fuera así me parece perfecto, transgresor y reivindicativo. Y también, permitidme la licencia, muy divertido.
Ahí lo dejo.