CONDUCIR POR ISLANDIA ES SIEMPRE TIEMPO BIEN GASTADO
Nelo | November 26, 2018Todos aquellos que deseen hacer la ruta circular de Islandia en el sentido de las agujas del reloj encontrarán a cincuenta kilómetros de salir de Reykiavik en dirección norte el túnel de Hvalfjoudur.
Hvalfjoudur se escribe Hvalfjörður y se pronuncia [ˈkʰvaːlˌfjœrðʏr̥]. Ni lo intentes, si no eres islandés puedes morir ahogado por tu propia lengua. En cambio ellos se atreven con palabras como esta:
Vaðlaheiðarvegavinnuverkfærageymsluskúrslyklakippuhringurinn
Si el lenguaje fuese el alma de un pueblo, ¿qué misterios esconden los islandeses?
Después de semejante palabra, Hvalfjordur no te parecerá tan difícil, y significa el Fiordo de las Ballenas, ya que según dicen, hasta los años cincuenta eran muy abundantes y fáciles de ver por aquí.
El túnel de Hvalfjordur, del mismo nombre que el fiordo, forma parte de la carretera de circunvalación de la Ruta 1 de Islandia, tiene una longitud de 5.770 m, y alcanza una profundidad de 165 m bajo el nivel del mar, y evita dar el rodeo por la carretera 47 siguiendo todo el contorno del fiordo recorriendo en unos siete minutos lo que de otra manera se tarda más de una hora. Su coste es de 1000 kr.
POR QUÉ EVITAR EL TÚNEL DE HVALFJODUR
¿Es recomendable tomar el túnel en vez de bordear el fiordo?
No. Si no eres un islandés o alguien harto de ir de Reykjavik a Borgarnes o Akureyri, decididamente no, a menos que unas condiciones invernales extremas hagan peligrosa la circulación por la carretera 47.
Los islandeses, como es lógico, están encantados con su túnel submarino bajo el océano, hace el viaje mucho más corto, y están tan contentos de tener este nuevo atajo que se olvidaron del hecho de que Hvalfjörður es en realidad un lugar increíble y lleno de historias interesantes, aunque hoy en día sea una ruta silenciosa y solitaria.
El largo y profundo fiordo no solamente es un buen sitio donde desplazarse para ver auroras boreales si se está en Reykiavik, sino que por el día es un recorrido excepcional, de una belleza recia y elegante. Es más, sería una aberración saltárselo y meterse como un gusano bajo tierra.
En realidad en toda la isla cualquier tipo de rodeo es aconsejable, conducir por Islandia es siempre tiempo bien gastado, sin desperdicio. No atajar, el camino más largo será el acierto ante la duda.
El por qué ocurre esto de una manera más intensa que en cualquier otra parte del planeta me tiene deslumbrado y confuso. ¿Qué tiene esta isla? ¿Cómo puede ser tan áspera, preciosa y sobrecogedora? ¿Por qué la emoción de recorrerla me llena cada kilómetro y siempre quiero más? ¿Qué tiene que me vuelve loco, atrayéndome más que a un vikingo un harén de huríes berberiscas?
Si alguien no se quiere poner metafísico y va de Reykiavik hacia el norte y regresa por el mismo camino, es buena idea rodear el fiordo a la ida y tomar el túnel a la vuelta. Por aquello de no repetir.
La niña y yo recorremos la zona una fría mañana de sol radiante a mediados de abril. Es mi tacañería y no tener un destino definido lo que nos impulsa a recorrer el fiordo en vez de atravesar el túnel.
Carretera 47, Islandia.
El trayecto empieza demostrando su sobriedad con un pequeño cementerio junto al mar. Un camposanto al que no encuentro el nombre pero que invita a pensar en los que aquí están enterrados. Sería gente que entendía de mar y de ovejas, y que pasaría bastante frío en su vida. Seguramente vieron esas ballenas pasar, una y otra vez, es probable que también vieran a los balleneros, o incluso que lo fueran ellos mismos.
También verían llegar la Segunda Guerra mundial, y cómo cortaban los ingleses y los americanos el fiordo con una gigantesca red y minas sumergidas para proteger sus bases, encargadas de que los submarinos alemanes no perpetraran más masacres marítimas. Islandia era crucial para que los aliados pudieran enviar tropas y barcos por todo el Atlántico Norte desde Estados Unidos a los puertos del norte de Rusia.
Restos de todo aquello es lo que nos muestra la base militar inglesa abandonada de Hvítanes. Sólo el viento sopla aquí desde la Segunda Guerra Mundial, pero se contaron 250 edificios; cine, un taller, viviendas, iluminación, calefacción y todo aquello necesario para una pequeña ciudad.
Restos base británica Hvítanes.
Ahora sólo ruinas en un paisaje de infarto. No sobrevive mucho pero tiene el encanto de los ecos del pasado, de lo histórico, la pátina del paso del tiempo en forma de musgo y herrumbre, los retorcidos restos de un muelle de hierro y algunos edificios mudos.
Hvítanes, junto con la base americana de Hvammsvik que está cerca pero no logro localizar, albergaron una imponente flota y se ocuparon de construir y mantener las redes y minas anti-barco. En sus salidas escoltaban a los convoyes mercantes y militares a lo largo de la costa de Islandia.
Los británicos invadieron Islandia para mantener al país “neutral” fuera de las manos de los alemanes. Gran Bretaña ofreció ayuda a Islandia para proteger sus costas, pero fue rechazada. En mayo de 1940, la armada británica ocupó la isla, casi sin apenas ruido, en una operación de la Royal Navy llamada Operación Tenedor. Aterrizaron, tomaron el control de las comunicaciones y el transporte, arrestaron a ciudadanos alemanes y se establecieron sin ninguna resistencia de los islandeses.
La ocupación duró hasta el final de la guerra, y dividió a los islandeses en dos partes según opinión. Algunos creían que la presencia de soldados estadounidenses, canadienses y británicos supuso un gran auge económico que colocó a Islandia en un camino de prosperidad, otros lo vieron como una invasión injustificada de un país neutral y del abuso de su gente.
Seguimos por la 47 y encontramos la cascada de Fossarétt.
A su lado unas ruinas de un asentamiento más antiguo, de cuando se combatía el frío a base de compartir cama, fuego e historias. Foss significa cascada, y rrét es un corral, donde solían mantener a las ovejas separadas por granja para saber a quién pertenecían.
En toda Islandia podemos encontrar estructuras parecidas, algunas se usan hoy en día. A mi me gusta encontrarlas en medio de lo desolado, con sus formas geométricas y casi caleidoscópicas, aunque éste no sea el caso.
Cascada arriba hay al parecer una serie de saltos de agua en escalones anchos, nosotros no lo vemos porque estamos cagados de frío en este nuestro primer día de viaje y no es cuestión de ir muy lejos andando. El frío y la curiosidad andan siempre a la gresca en Islandia.
Junto al parking hay un gran bosque de pinos. Al parecer todo el fiordo es usado como pruebas para reforestaciones. Hoy en día sigue siendo extraño ver un árbol en Islandia, pero en tiempos antiguos dicen que habían muchos, que ocupaban más de un cuarto del territorio pero que los colonizadores vikingos y sus hachas acabaron con ellos.
No es fácil ser árbol en Islandia.
La repoblación en Islandia es un trabajo arduo y muy lento, los árboles no se agarran ya a un suelo demasiado erosionado, los fuertes vientos, las precipitaciones y las erupciones volcánicas no ayudan.
Al final del fiordo, donde se cruzan las carreteras 47 y 48, nos detendremos a observar la corriente del río Botnsá. Al parecer la segunda cascada más alta de Islandia está muy cerca de aquí, se llama la catarata de Glymur y mide 198 m. de altura. Nosotros no la visitamos, por desconocimiento, por frío y porque si te descuidas en Islandia es fácil darte un empacho de cataratas, de hecho al final de nuestro viaje la niña estaba harta de cascadas y ya ni bajaba del coche con la excusa de estar constipada y de la temperatura bajo cero reinante. Mirando posteriormente veo que el camino que conduce a la de Glymur no es practicable en invierno.
Y ya en el lado norte del fiordo encontramos una de las pocas estaciones de caza de ballenas que quedan en Islandia. Es una instalación sin señalización ninguna por lo que no estamos seguros de lo que vemos.
No pienso entrar en juicios sobre la caza de ballenas, pero nos guste o no se trata de un pedazo importante de la historia islandesa, enredándose en todo tipo de historias y leyendas, como una que surgió aquí mismo en Hvalfjodur.
El cuento de la ballena pelirroja.
La historia involucra a una mujer elfa que por no querer reconocer a su hijo transformó a su amante humano en una ballena pelirroja diabólica.
La ballena se llamaba Rauðhöfði, que significa Pelirroja. Se dedicó enloquecida a naufragar barcos en la bahía de Faxaflói.
En el fiordo de Hvalfjordur vivía un sacerdote en un pequeño lugar llamado Saurbaer. Después de que la Pelirroja atacase a sus dos hijos mientras estaban pescando, decidió terminar con la vida de la ballena .
A través de la brujería y el engaño, atrajo a la ballena hacia el fiordo e hizo que remontara el río Botnsá, donde logró nadar hasta la cascada de Glymur para llegar al lago Hvalvatn (lago de la ballena), donde finalmente murió de agotamiento.
Si quieres leer más y mejor esta historia puedes pinchar aquí: https://icelandictimes.com/redhead-evil-whale-hvalfjoerdur/
Lo realmente curioso es que se han encontrado huesos de ballena en el lago. El lago de Hvalvatn se encuentra a más de 300 m. sobre el nivel del mar y después de superar una de las cataratas más altas de Islandia.
Existen más leyendas vinculadas a Hvalfjordur y a esta estación ballenera.
Una de las pequeñas islas en el fiordo justo enfrente de la estación, llamada Geirsholmi, fue un refugio para una mujer y sus dos hijos cuando fue atacada por un gran grupo de hombres. La leyenda dice que ella nadó hasta Geirsholmi cargando a sus dos hijos y lo logró.
Más tarde otras dos grandes instalaciones que no logramos averiguar para que sirven, según he leído después se trata de algo relacionado con minería y fabricación de aluminio, son capaces de asombrar por el contraste entre una naturaleza desbordante, lava, océano, nieve, y la industrial, depósitos de metal y cables de acero.
En cambio otras se integran, más o menos, en el paisaje.
Completando el fiordo, seguimos hacia el norte en busca de Reykholt, pueblo de Snorri Sturluson, literato medieval, y entre otras cosas, considerado autor de una de las sagas más famosas de Islandia, la Saga de Egil Skallagrímson.
Recorrer Islandia sin haber leído ésta u otras sagas, es como hacerlo a medias, con un desconocimiento total de su pasado.
Y he pensado en romper mi costumbre, y en vez de final hortera o grandilocuente, esta vez voy a dejar un link para descargarte esta saga en pdf y en español. Creo que te será más útil.