GHANA. KUMASI: HELLO MR.WHITEMAN!!
Nelo | August 9, 2014Hotel Fabolous – Kumasi.
Me gusta mi hotel en Kumasi. Se llama hotel Fabolous, y aunque no sea tanto como su nombre indica, no está nada mal. Recomendable, barato, un pelín hortera pero nada cutre, limpio y relativamente bien situado en un barrio cercano al Palacio del Rey Ashanti.
Personal amable, sonriente y participativo. 35 cedis una habitación con aire acondicionado y baño propio, la número 3 para ser más exacto, cama grande, luces rojas atenuantes, bar con cerveza fría y parroquianos divertidos, comida abundante y económica.
Pensaba irme de aquí hoy, pero me quedo, no sólo por el hotel, sino por Kumasi.
Hoy conoceré al Rey Ashanti en su 15 aniversario, reina sobre tres millones de personas, y me lloverán algunas proposiciones de matrimonio, pero eso es algo que aún no sé cuando salgo a las calles buscando un sitio donde desayunar.
Antes debo encontrar un sitio donde me reparen y cosan mi mochila una vez más. En cualquier ciudad africana es fácil encontrar sastres y modistas a pie de calle, se les reconoce por sus máquinas de coser, obvio, la primera modista donde pregunto es muy guapa pero muy antipática, no ha querido repararla, me dice que tiene la máquina estropeada, luego voy a otro, hay una pareja, el chico se queda un poco desconcertado pero la chica me dice que hará el trabajo. Le enseño las roturas, me pide 10 cedis pero lo dejamos en 5, quedamos en que pasaré a la tarde.
Paso al lado de un camión donde hay unos tipos descargando sacos de cemento, el que está encaramado a lo más alto, me saluda:
-Hello, Mr. Whiteman.
-How you doing, Mr.Blackman.
Reimos.
Cuando más tarde me adelantan vuelven a saludarme a gritos, sus voces resuenan por encima del tráfico intenso y de una tienda de altavoces que anuncia la calidad de su género con un discurso atronador puesto a todo volumen.
Kumasi bulle y yo camino por ella como hablando por teléfono pero en realidad lo que hago es grabarme notas de voz en el móvil, en un poco productivo intento de poder quedarme con todo.
De todas formas, ja, cualquiera describe lo que tengo a mi alrededor.
No es nada fácil.
A mi izquierda tengo una señora que vende unos plátanos enormes, más allá otra vende pan, pasa mucha gente acarreando cosas en la cabeza, hay un montón de tiendecitas, hay un salón de belleza que se llama Seven Eleven, qué cachondos, también hay una casa de televisores con todos los aparatos expuestos en el suelo de tierra; y los zapateros que lo que hacen es ocupar lo máximo posible, para que se les vea bien, esparciendo su género por la acera; a mi derecha también hay unas casas verdes, hechas polvo, muy decadentes pero que a mí me encantan y una señora que vende caramelos con un vestido multicolor y florido, paso por la chica donde ayer compre las bolsas de agua; hace un día plomizo, sin demasiado calor, hay mucho tráfico, los árboles de la ciudad de Kumasi son muy grandes, muy bonitos y existe una cierta tendencia artística, ahora mismo paso por una especie de galería de arte y enfrente de esta, se venden camas superkicht expuestas, como todo, en la acera.
Me gusta la grabadora en sitios como éstos para así no tener que ir haciendo el chorra, apuntando en un papel todo lo que me parece.
Sigo mi camino, pasa un tro-tro, en sus cristales reza la siguiente leyenda:
-Who has grace and is rich and is free?
Desde luego yo no, se refieren a God, Dios.
Hay una chica vendiendo bolsas de agua en su cabeza, otra que vende un montón de cochecitos de bebé de segunda mano, y me está mirando, y sonriendo, y bailándome mientras paso por delante de ella, a su espalda tiene un gran y largo muro donde alguien ha colgado un montón de vaqueros viejos, como en el más coqueto de los expositores. Soy el centro de atención en muchas partes pero no hacen que esto me resulte desagradable en absoluto, además de que ya estoy acostumbrándome.
Cuando voy a sacar otra vez el teléfono de mi bolsa, un chico se cree que voy a sacar dinero y pone la mano para que le dé.
Lo siento chaval, que sólo voy a sacar el teléfono,
Carajo, qué cosas me pasan.
Empiezo a sudar, voy cuesta arriba.
En un trozo de la colina me doy cuenta de algo, hay un corte de tierra bastante profundo y se ve de manera clara que todo el suelo está formado por capas y más capas de sedimentos de basura, todo este barrio está construido encima de lo que fue un ingente basurero.
Lo que han hecho es, a un lado, hacer un jardín enorme encima de la basura, vallarlo y ponerle carteles de prohibido echar más basura, con un montón de mierda y una cruz encima, y al otro lado lo que han hecho es tomar el basurero como terreno edificable, y han cosntruido el barrio encima, con todo lo descrito, y mucho más.
Alcantarillas, como en toda Ghana, a cielo abierto, donde es bastante fácil meter la pata y hacerse mucho daño si caminas algo despistado, todo tipo de venta ambulante, un puesto de ruedas con otro de comida, todo junto, todo mezclado, garzas blancas, cuervos negros, árboles, hierbas, flores, plásticos, basuras, chicas muy guapas que escupen en el suelo.
No sé…todo…lo bonito, lo feo… como a lo bruto.
Elevado a la enésima potencia.